¡Más allá del librero sin límite de caracteres!
- Diana RG
- 20 ene 2023
- 6 Min. de lectura
Actualizado: 12 jul 2023
Libro: Libera tu magia (Elizabeth Gilbert)

¡Lectores y aún no lectores BIENVENIDOS al librero! Estamos cerca de llegar al tercer año de la cuenta y ¡ahora ya tenemos blog! La razón principal es que en Instagram no puedo escribir tanto como me gustaría sobre los libros, así que prepárense para leer (no diario, no se preocupen) biblias titánicas de por qué un libro fue tan hipnotizante para mí.
Agradezco mucho a quienes se quedaron para el renacer de la cuenta, y doy la bienvenida también a los que se han ido sumando.
Los últimos dos años de mi vida han sido un total cambio de paradigma, tanto en mi manera de pensar, como en la de relacionarme con los demás. He descubierto muchos rasgos de personalidad que antes no reconocía en mí, llegaron cambios que hubiera deseado que no sucedieran y otros que yo misma hice para volver a reconectar con mis ideales.
Entre esos cambios, uno de los que más me atemorizaban, era volver a mi cuenta de libros. El proyecto Más allá del librero fue uno de mis mayores placeres durante la pandemia y luego de haberme distanciado por varios meses, el retomarlo se hacía cada vez más difícil (de verdad esta sensación de miedo, los nervios, el buscar un inicio o un reinicio de alto impacto, terminan paralizándote).
Ese fue el contexto al releer Libera tu magia, de Elizabeth Gilbert. Un par de años atrás, el libro me había resultado aburrido, y aunque lo terminé, no hizo alboroto entre mis lecturas, que para entonces implicaban un desafío y un amplio aprendizaje en mí. Y pensando en ello, creo que sí influye mucho el ritmo, el estilo y los temas que uno suele leer, en que otros libros te resulten más cansados, aunque irónicamente su lenguaje sea más ligero.
Sin embargo, a finales del año, me sentía tan dispersa y con dificultades para concentrarme en lectura alguna, que este tipo de libro (que como siempre digo, suelen ser repetitivos hasta el cansancio), me ayudó demasiado a sentir que avanzaba sin tener que hacer un esfuerzo por retener más información de la que en mi cabeza había.
En fin, basta de mi historia, aquí vamos con mis partes favoritas del libro:
Vivir creativamente,
es llevar una vida guiada por la curiosidad.
El universo entierra joyas inesperadas dentro de nosotros y luego da un paso atrás y espera a ver si las encontramos.
Una vida creativa es una vida amplificada. Es una vida más grande, más feliz, más extensa y mucho más interesante. Vivir de este modo -obstinándose siempre a desenterrar los tesoros de nuestro interior- es un arte en sí mismo.
Sobre lo que les decía del miedo que yo tenía, ella dice algo que me gusta: "Si quiero creatividad en mi vida, entonces tendré que hacer sitio también para el miedo (...), hacerme de una vida interior lo bastante amplia para que ambos puedan convivir en paz". Y luego más adelante o más atrás, ya no recuerdo, agrega estas líneas que parecía me estaba dedicando:
Temes no tener talento.
Temes que te rechacen, te critiquen, ridiculicen, malinterpreten o, lo que es peor, te ignoren.
Temes que no haya mercado para tu creatividad y, por tanto, no tenga sentido dedicarte a ella.
Temes que lo que puedas hacer ya lo haya heche alguien antes y mejor.
Temes que todo el mundo ya lo haya hecho antes y mejor.
Temes que alguien te robe las ideas, así que te parece más seguro mantenerlas escondidas.
Temes que no te tomen en serio.
Temes no tener la disciplina necesaria.
Temes no tener la disponibilidad laboral, la independencia financiera o las horas libres necesarias para centrarte en inventar o explorar.
Temes no tener la formación necesaria.
Temes que te tomen por un intruso, un tonto, un diletante, un narcisista.
Temes contrariar a tu familia con lo que puedas revelarles.
Temes lo que puedan decir tus compañeros y colegas.
Temes haber dado ya lo mejor de ti.
Temes no tener nada que dar.
Temes haber desatendido tu creatividad durante tanto tiempo que ya no puedas recuperarla.
Temes ser demasiado mayor para empezar.
Temes ser demasiado joven para empezar.
La siguiente carta (y particularmente la parte que subrayé) es tal vez demasiado cursi, pero ni qué decir, si de pronto también así soy:
Estimado Miedo:
Creatividad y yo estamos a punto de emprender un viaje juntas. Entiendo que nos vas a acompañar, porque siempre lo haces. Reconozco que crees que tienes una misión importante en mi vida y que te tomas tu trabajo en serio. Al parecer, tu trabajo consiste en provocarme el mayor pánico posible cada vez que me dispongo a hacer algo interesante (...), pero en este viaje yo también tengo intención de hacer mi trabajo, que es emplearme a fondo y no perder de vista mi objetivo. También Creatividad hará el suyo, que es seguir siendo estimulante e inspiradora. En el coche hay sitio de sobra para los tres, así que adelante, ponte cómodo, pero que te quede clara una cosa: Creatividad y yo somos las únicas que tomarán decisiones. Admito y respeto que eres parte de esta familia, así que note excluiré de ninguna actividad, pero, aun así, tus sugerencias nunca serán escuchadas. Tienes voz, pero no tienes voto. No puedes tocar los mapas de las carreteras; no se te permite sugerir desvíos en el itinerario; no se te permite subir o bajar la calefacción. Tío, ni siquiera puedes tocar la radio. Pero sobre todo, mi viejo y querido amigo, tienes absolutamente prohibido conducir.
Cómo funcionan las ideas
A las ideas les mueve un único impulso: manifestarse.
Gilbert tiene un entendimiento muy original sobre cómo se mueven las ideas alrededor de nosotros, como si tuvieran conciencia propia y estuvieran buscando a personas dispuestas a exponerlas.
Lo que más me gustó, y la razón por la que adopté también esta manera de verlo así, es porque plantea que las ideas podrán rondarnos durante días, semanas o años buscando que les hagamos caso, pero que si nosotros estamos absortos u ocupados, la idea se irá en busca de alguien más. Y me gustó porque en mi opinión eso conlleva a no ver las ideas como cosas que nos pertenecen, sino como oportunidades que todos tenemos, y así si después encontramos que otra persona sí las llevó a cabo, nuestra manera de reconocerlo y aceptarlo se vuelve positiva.
También me agradó que en general todo este misticismo sobre las ideas tiene una vibra de humildad y al mismo tiempo una actitud de abundancia, de no castigarse por las oportunidades que no se toman y de dar mayor importancia al hecho de que la idea se haya logrado y no a la persona que al final le dio forma.
Siempre he tenido un tema con el nivel de exigencia que pongo a mis actividades, en muchas ocasiones eso me ha impedido entregar resultados o me ha provocado llegar a niveles muy altos de estrés para conseguir lo que busco. Por eso compartiré la siguiente parte del libro:
Somos muchos los que creemos en la perfección y eso estropea todo lo demás, porque lo perfecto no es solo lo enemigo de lo bueno; también de lo realista, lo posible, lo divertido.
Crea contenido relevante, no perfecto.
Lo que produces no tiene por que ser siempre un prodigio, lo verdaderamente valioso es el tiempo que dedicas a trabajar en el proyecto; la manera en que ese tiempo expande tu imaginación y la manera en que esa imaginación expandida te cambia la vida. Cuanto mayor sea la naturalidad con que pases ese tiempo, más radiante será tu existencia.
Las personas en ocasiones proclaman su perfeccionismo como si fuera su punto fuerte, enorgulleciéndose de lo que les impide entregarse por completo a una existencia creativa. Llevan su perfeccionismo como si fueran un emblema de lo refinado de sus gustos y lo exquisito de sus estándares.
Y el último consejo que tomo del libro: Empieza por donde quieras. Y si es posible, empieza ahora mismo. Así, si la grandeza se cruza en tu camino, te sorprenderá trabajando duro.
Citas de otros autores:
Jack Gilbert escribió: "Tenemos que arriesgarnos al deleite, debemos obstinarnos en gozar en esta incineradora despiadada que es el mundo"
Joan Didion: "No sé lo que pienso hasta que me pongo a escribir sobre ello".
Ficha técnica, no tan técnica:
Título | Me encanta "Libera tu magia". Y engloba perfecto la idea principal del libro. |
Autora | Es la primera vez que leo a Elizabeth Gilbert, a lo mejor después me acerque a su novela autobiográfica Comer, rezar, amar. No porque particularmente me haya gustado su escritura, sino porque me gustó su manera de ver las cosas. |
Calificación | ★★★ |
Tema principal | La creatividad como estilo de vida. |
Otros temas | El miedo, el valor y la persistencia |
Género literario | No ficción, desarrollo personal. |
Enfoque o método | Inspiracional a través de anécdotas personales y de otros. |
Estructura | La primera parte explica lo que es vivir creativamente. Los siguientes capítulos sugieren el desarrollo de valores como la constancia, capacidad de asumir riesgos, valentía, confianza, etc. |
Originalidad | Su visión sobre el mundo de las ideas es demasiado auténtica. |
Claridad | Bastante claro, aunque algo repetitivo. |
Aplicabilidad | Muchas partes del libro me resultan inspiradoras. Es una mentalidad que puede aplicarse al iniciar un proyecto independientemente de su naturaleza. |
Ejercicios prácticos | No sugiere ejercicios prácticos. |
Páginas | 161 |
Editorial | Aguilar |
Diría que con eso cerramos el libro, pero en realidad estoy segura que lo seguiré sacando a la conversación durante mucho tiempo.
Muchas gracias por acompañarme en esto. Espero que algo de aquí se vaya contigo.
Si tienes alguna sugerencia, comentario o propuesta de un tema que te gustaría que aborde en futuras publicaciones, no dudes en compartirlo. Eso me ayuda a brindarte contenido relevante y de interés :)
Nos vemos pronto para platicar de un nuevo libro!
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